>

Blogs

Mayte Ciriza

Que quede entre nosotros

¿Me puedes hacer un favor?

No llegaba a la salida del entrenamiento de fútbol para recoger al chaval y me llamó a ver si podía acercárselo a casa, en la otra punta de la ciudad, vamos, media hora entre ir y volver, ya siento que te tengas que desviar con lo liada que andas, y el tráfico que hay a esas horas, pero tengo que acabar una cosa en el trabajo y es que no llego a por él.

Era al comienzo de la temporada de entrenamientos, el chaval y los padres eran nuevos en el equipo y no tenía relación con ellos, pero la verdad es que me agradó que me lo pidiera. Porque pedirte un favor es una muestra de confianza al fin y al cabo, no se pide un favor a cualquiera sino a quien sabes que puede hacértelo y sirve para estrechar relaciones.

Vivimos en un mundo tan individualista, en el que nos creemos tan autosuficientes que parece que pedir un favor es un síntoma de debilidad. O como si solo se pudiera pedir un favor cuando es algo de extrema necesidad, más de una vez he oído me veo obligado a pedirte un favor, lo que inmediatamente me aleja de esa persona.

Hablamos de favores privados, personales, claro, no de favores que impliquen ejercer un poder o una influencia. No es lo mismo pedir arroz a la vecina cuando tienes el sofrito de la paella preparado, es domingo y son casi las 3 de la tarde, que adjudicar una obra pública a un constructor por hacerle un favor.

Pedir un favor te da el nivel de la confianza o de la amistad, hay quien antes muerto que pedirlo y hay también quien parece que te hace el favor de pedirte un favor. Las personas que no piden favores suelen estar solas o amargadas. También hay quienes están a favor de no hacer favores y estos suelen ser más bien cascarrabias. Aunque una cosa hay que tener muy clara: cuando se hace un favor, es mejor no esperar nada a cambio, porque esto suele llevar a más de una frustración. Te puedes hartar de hacer favores, pero si no haces el último se olvidan todos los demás, y como decía Luther King, nada se olvida más despacio que una ofensa y nada más rápido que un favor.

Pedir ayuda fortalece una relación personal y también favorece la cohesión del grupo, al fin y al cabo la sociedad se basa en esto, hoy por ti, mañana por mí. Porque hay un punto implícito de interés, cualquier día puedes necesitarme tú”; no es que cuando haces un favor lo hagas pensando en que te deben una, pero sí que se contrae una especie de deuda moral con el otro.

Por eso hay quien está deseando que le pidas algo para que le debas un favor, como escribió un filósofo, la amistad es un contrato por el que nos obligamos a hacer pequeños favores a los demás para que los demás nos los hagan grandes. Hay que pensarlo bien antes de decirlo o hacerlo, porque un complejo mundo de relaciones personales y sociales se abre cuando decimos u oímos “¿me puedes hacer un favor?.

Temas

Por Mayte CIRIZA

Sobre el autor