No me, no me…, que te, que te…
“¡Pero si te dejas lo mejor!”, le decía yo a mi hija, que quitaba lo más maduro de una pera en el postre. De repente, me di cuenta de que estaba repitiendo una frase oída en mi casa a mi madre cientos de veces, siendo yo entonces la adolescente. Como esta, tantas otras, como cuando […]