En el dibujo se representa una oreja que es claramente una oreja. Debajo están escritas las palabras “oreja, jabón, labio, caja”. La pregunta dice así: “Observe la figura y las cuatro palabras. Dibuje un círculo alrededor de la palabra que coincida con la imagen”. Parece fácil, ¿verdad? Pues el 27% de los 6.055 españoles adultos que participaron no supieron responder correctamente.

Otra pregunta: “Lea estas oraciones y seleccione “sí” si la oración tiene sentido o “no” si la oración no lo tiene”. Las oraciones: “Tres niñas se comieron el autobús: sí/no”; “una persona que tiene veinte años es mayor que una persona que tiene treinta años: sí/no”; “una almohada confortable es suave y ciudad: sí/no”; “el hombre conducía un coche verde: sí/no”. Pues más o menos el mismo resultado que la pregunta anterior. Había más preguntas, así que si con la de la oreja han fallado el 27%, con las que tienen más nivel (tampoco mucho más) nos podemos imaginar la catástrofe en las respuestas.

Estas preguntas formaban parte del estudio que ha hecho la OCDE en 23 países desarrollados sobre las competencias básicas de la población de 16 a 65 años, lo que se conoce por el informe PISA de adultos. El examen dura una hora y se daba la opción de hacerlo con ordenador, pero el 23% no sabía manejar el ratón. En España el 66% utilizó la vía informática frente al 75% en otros países.

Los resultados nos tienen que hacer reflexionar mucho: somos el último de todos estos países en comprensión matemática y el penúltimo en lectura. Por cierto, los primeros en el examen son Japón y Finlandia y en total estamos 21 puntos por debajo de la media. Según el informe, los españoles “no sabemos comparar precios de hoteles, ni entendemos el gráfico del recibo de la luz”.

Podemos flagelarnos y deprimirnos, pero eso no nos llevaría a ninguna parte. Está claro que algo hay que hacer. Esto es un lastre para el crecimiento de nuestro país, para encontrar empleo, para nuestra competitividad, ¡para todo! Es vital mejorar el sistema educativo que tenemos, pero esto no es suficiente, hay que dar estabilidad a las reformas que se hagan y hay que insistir en la formación a lo largo de toda la vida.

La formación continua no es volver a clase, se trata de que las empresas formen y de que cada uno de nosotros dedique tiempo a la lectura, a la prensa, al arte, a los idiomas, a aprender en general. Pero claro, si los programas más vistos en la tele son “Sálvame”, si ver a Falete en bañador saltando en una piscina congrega a 4,5 millones de espectadores, si Gran Hermano o Campamento son los programas más comentados, entonces que un informe sobre el nivel de los españoles nos sitúe a la cola de los países desarrollados, ¿a quién le extraña?