>

Blogs

Mayte Ciriza

Que quede entre nosotros

Sin complejos

En cientos de colegios de Francia se han registrado incidentes tras los atentados de París, porque algunos de los alumnos no estaban de acuerdo en guardar un minuto de silencio como homenaje a las víctimas de los atentados yihadistas, y llegaron a agredir a compañeros de clase que condenaban los asesinatos de Charlie Hebdo y de la tienda judía. Para todos estos chavales, los asesinados insultaban su religión y al negarse a rendir un sencillo minuto de silencio en su memoria estaban en cierta manera justificando su muerte. Es para echarse a temblar.
Tenemos que reivindicar nuestros principios: la libertad, la democracia, la igualdad entre hombres y mujeres, la dignidad de las personas. Si no lo hacemos, estaremos dando espacio no solo a los intolerantes islamistas, sino a los intolerantes de los movimientos radicales contra la inmigración.
Como escribía Savater el pasado fin de semana, uno de los tópicos más bobos y falsos es el de “todas las opiniones son respetables”. Las personas son las que tienen que ser respetadas, tengan la opinión que tengan. Las opiniones, en cambio, están para ser discutidas.
No todas las culturas son iguales, en absoluto. ¿Acaso aceptamos que las mujeres no puedan tener carné de conducir o que no puedan enseñar su cara fuera de casa y tengan que llevar un niqab? ¿Aceptamos que a un bloguero le condenen a diez años de cárcel y mil latigazos por abrir un foro de debate en el que se opina sobre el Islam? ¿Aceptamos lapidar a una mujer porque se ha acostado con un hombre sin estar casada? ¿Verdad que no? Está claro que no todas las culturas tienen el mismo valor ético, ni todas las opiniones son respetables.
Claro que nuestra civilización tiene defectos, nadie dice que sea perfecta, pero desde luego quien quiera vivir y trabajar en ella ha de aceptar sus valores y principios (y no me refiero a los religiosos, por supuesto, que cada uno crea en lo que quiera, o en nada). Ha triunfado en la red un tuit que resume todo esto: “Soy Ahmed, el policía muerto. Charlie ridiculizaba mi fe y mi cultura, y morí defendiendo su derecho a hacerlo”.
Uno de los valores de nuestra sociedad es la tolerancia, pero no hay tolerancia sin límites, y no se puede tolerar al intolerante, al que niega el respeto a los demás. No se trata del respeto a las ideas, sino a las personas. Si no entendemos esto, no entenderemos que lo que están amenazando es nuestras libertades, nuestro modo de vida, nuestra civilización. Liberté, égalité, fraternité. Hay que defenderlas con firmeza, con convicción y sin complejos.

Temas

Por Mayte CIRIZA

Sobre el autor


enero 2015
MTWTFSS
   1234
567891011
12131415161718
19202122232425
262728293031