>

Blogs

Mayte Ciriza

Que quede entre nosotros

Amor programado

“La distancia me impide besarte, pero no pensar en ti, mi princesa”, “me gustas para amarte toda la vida”, “no importa el color del cielo, quien hace el día bonito eres tú”. Estas son algunas de las frases de las aplicaciones que se pueden instalar en el móvil para enviar por mensaje o guasap a tu pareja. Puede parecer que son de coña, pero las envían en serio. La cursilería y ñoñería de los mensajes es alucinante.
No solo cada vez más parejas se conocen a través de internet, sino que más que nunca se usan los móviles para alimentar una relación. El pasado domingo se celebraba San Valentín y, como decía un anuncio, “las apps (aplicaciones) pueden servir para hacer que ese día sea todavía más especial y reavivar la pasión”.
Pero lo que me parece el no va más es que encima se pueden programar, de forma que, mientras los supuestos Romeo o Julieta están reunidos, haciendo deporte o durmiendo, la aplicación envía de forma automática los mensajes que han seleccionado previamente con la periodicidad que han elegido. La aplicación te hace creer que tu pareja está pensando en ti en todo momento, porque recibes sus mensajes de amor, cuando en realidad está haciendo otra cosa (o, vete tú a saber, mientras está con otra persona).
Se supone que la aplicación elimina el mensaje programado si hay una conversación entre medias, pero me imagino el momentazo si estás con tu pareja, no tienes el móvil a mano, y de repente te llega un mensaje de estos, ¡menuda pillada!
De la misma forma que vemos el mundo a través del móvil, porque no vemos las cosas directamente, sino que nos dedicamos a hacerles fotos con el teléfono (hacemos más fotos de las que podemos ver), también guasap y los mensajes han cambiado la manera de comunicarnos. Pero una cosa es enviar un guasap y otra utilizar una aplicación de estas para demostrar la pasión amorosa con textos programados que son, además, empalagosos y horteras, y aunque parezca mentira, las utiliza más gente de la que nos podamos imaginar.
Lo que siempre me ha seducido de mi santo ha sido su sentido del humor, su inteligencia, su ternura y su autenticidad. No sé qué seducción, en cambio, pueden encontrar algunos en programar mensajes como “tal vez no sea un boxeador, pero prometo luchar por ti” o “quiero ser astronauta y perderme en tus Lunares” o ese insuperable de “ni Wikipedia podría definir lo que siento por ti”. Nada hay menos seductor y más superficial que estos mensajes de amor programados.

Temas

Por Mayte CIRIZA

Sobre el autor


febrero 2016
MTWTFSS
1234567
891011121314
15161718192021
22232425262728
29