¡Qué decepción!
No se lo esperaba; después de tanto tiempo de trato diario y fluido, de trabajar codo con codo, de contarse sus vidas, sus alegrías y sus penas, lo que menos se esperaba Patricia era que su amiga y compañera de trabajo iba a dejarla en la estacada por un miserable aumento de sueldo. Mientras me […]