>

Blogs

Mayte Ciriza

Que quede entre nosotros

Matices

Estaba en una cena con amigos en la que se cataron varios vinos y alguien comentó: “este es un vino con muchos matices”. Alguno pensará que es la típica frase de postureo sobre el vino, pero confieso que admiro a quienes saben apreciar los matices de un vino. Los que distinguen si el tinto es rojo violáceo, rojo púrpura, granate, rojo cereza, rubí, teja, marrón… Por no hablar de los matices que eran capaces de describir en los aromas de cada vino: afrutado, madera, tostado… Y pensaba que, en cambio, en el día a día, somos más de brocha gorda y no aplicamos los matices a nuestras relaciones personales o a nuestras opiniones.
Siempre o nunca. Todo o nada. Bueno o malo. O conmigo o contra mí. Muchas personas tienen la tendencia a verlo todo así, piensan en blanco y negro, sin grises, sin matices. En general, no hilamos fino, y tendemos a ser más reduccionistas, lo que lleva al tremendismo: lo bueno es buenísimo y lo malo es un desastre total. Pensar así impide ver el lado bueno de las cosas, también en los contratiempos o fracasos hay una lección que aprender.
Tenemos demasiada información, además todo es instantáneo, y no hay tiempo (ni ganas, me temo) para reflexionar de forma serena y analizar lo que sucede y, por tanto, de matizar lo que se opina. Un ejemplo lo tenemos en las redes sociales: en twitter no hay espacio para matizar, hay que condensar todo en 140 caracteres; y en Facebook hasta hace poco solo se podía marcar “me gusta” (ahora, por lo menos, se han introducido otras opciones que van del “me encanta” o “me divierte” al “me asombra” o “me entristece”).
Cada vez la sociedad es más bipolar, pero la vida son matices. No todo es sí o no, a veces puede ser un sí, pero… Entre el blanco y el negro no es que exista el gris, es que hay muchos tonos de gris. De hecho hay también muchos tonos de blanco: los esquimales, por ejemplo, distinguen más de treinta tonalidades diferentes de blanco y otros tantos nombres distintos para lo que nosotros llamamos simplemente nieve. Esto no es porque sean especiales, sino porque, como todo su paisaje es blanco, han aprendido a observar.
Si somos capaces de distinguir los colores del día a día, entenderemos mejor lo que pasa y tendremos una vida más rica. Quien no sea capaz de ver los matices de la vida cotidiana difícilmente podrá apreciar el valor de las pequeñas cosas. Aunque… quizá también esto tenga sus matices.

Temas

Por Mayte CIRIZA

Sobre el autor


noviembre 2015
MTWTFSS
      1
2345678
9101112131415
16171819202122
23242526272829
30