Sin vergüenzas
España ya no es una península sino una isla rodeada por el océano de la corrupción. Al principio la ciénaga de mierda nos pareció un lago, desagradable, pero de dimensiones controlables. La voracidad de una clase política decadente e inmoral ha conseguido, con tesón, eficacia y años de dedicación a la mamandurria y al mangoneo […]