La vida sigue
La rueda no para de dar vueltas. Llevamos meses escuchando los mismos argumentos, iguales mentiras. Todo adquiere el color del hartazgo, estamos en un bucle interminable que acaba desesperando a la gente. Si habrá gobierno no lo sabemos, pero sí que, pese a todo, la vida continua y los problemas también.
En el primer trimestre de 2019 en España solo han nacido 170.074 niños, la cifra más baja registrada desde 1941, cuando en plena posguerra el hambre era un problema crucial de la población. María, tiene 32 años, vive con su pareja, subsisten con precarios empleos, quieren tener un hijo pero no pueden mantenerlo. Esperan nuevos tiempos para ser padres, esperan un empleo digno y ese no lo traen los Reyes Magos.
El martes, Gorgui, un senegalés sin papeles, estaba vendiendo pulseras en Denia con su mujer que llevaba a la espalda a su hija de siete meses. Escuchó gritos pidiendo auxilio, de un balcón salían llamas, trepó y salvó a Álex, de 39 años, con una discapacidad física que le obliga a moverse en silla de ruedas. Él dice que no es un héroe. Según su mujer, Gorgui es buena persona. Otros hubieran pasado de largo. Él hizo lo correcto rebatiendo con su conducta los argumentos xenófobos contra los inmigrantes y demostrando que la dignidad es de la persona no del lugar dónde naciste.
El viernes pasado, en Fuerteventura, una juez de línea de solo 16 años tuvo que aguantar que un aficionado del deportivo Jandía le insultara y la amenazara con violarla a la salida. Unas semanas antes, en San Lorenzo del Escorial, durante un partido juvenil, la mujer que arbitraba el partido tuvo que aguantar frases elocuentes: “qué zorra eres, puta”, “zorra, vete a fregar”, “eres una mierda” o “vete a casa, puta”. El 2 de diciembre, Yulia fue asesinada en El Prat de Llobregat por su pareja, un español de 44 años. Suman 55 mujeres asesinadas por sus parejas o exparejas en lo que va de año. Pero ya saben, según algunos el machismo, pese a estar arraigado y disculpado socialmente, no existe.
Se están produciendo despidos en cadena siguiendo la reciente jurisprudencia del Tribunal Constitucional que avala el despido por bajas continuadas por enfermedad común justificada. La mayoría de afectadas son mujeres, tal como preveía una de las magistradas del propio Tribunal en un voto particular. Así, la firma sueca de moda H&M acaba de despedir a cinco trabajadoras con más de nueve años de antigüedad en Barcelona y Girona. La multinacional Adecco ha utilizado la misma fórmula para despedir a tres teleoperadoras y un teleoperador en A Coruña. En todos los casos, al considerarse despido procedente, la indemnización es la mínima que marca la ley: 20 días por año trabajado. Ya ven, un retroceso en los derechos laborales.
Mientras estas y otras muchas cosas ocurren sin que nadie ponga remedio, cada día la política sigue su espiral de exabruptos. Como si la realidad no existiera y no requiriera de la intervención de un gobierno para encarrilar nuestro futuro. El encanallamiento cotidiano del insulto y la barbaridad es el manual de comportamiento. Cayetana Alvárez de Toledo afirma que “el momento político es más difícil que cuando ETA mataba”. Hasta las víctimas le han replicado con contundencia. Lo peor es que esta mujer no desconoce nuestra historia reciente sino que manipula el dolor y el sufrimiento de aquellos terribles años. Se permite decir tantas barbaridades porque cree que resucitando a ETA es más española que otros, pero yo creo que trasluce una actitud despreciativa hacia el conjunto de la sociedad que afrontó desde la unidad y la entereza democrática la lucha contra el terrorismo. Y así fue pese al uso político que algunos de sus correligionarios hicieron de él.
Desgraciadamente, la cosa es sencilla: si los que se llaman patriotas, en vez de ejercer la responsabilidad facilitando que haya un gobierno prefieren que éste se forme con la tolerancia del independentismo es porque añoran que todo vaya a peor para ver si resurgen de entre las cenizas de sus propios errores. A pesar de todo y de todos, la vida sigue. Veremos a quien absuelve el futuro.