Todos nos equivocamos y a veces lo reconocemos pero rápidamente lo justificamos ante los demás y nos perdonamos quitando importancia al desatino de que se trate. Benévolos con nosotros mismos nos volvemos implacables con los errores ajenos. Si además ocurre que el protagonista de un hecho lamentable no es de nuestro agrado, nos rasgamos las […]
Arnaldo Otegi se dirigió a las víctimas de ETA y les dijo: “Sentimos su dolor. Nunca debió haberse producido”. Eso ya lo sabíamos, pero se produjo. Tras escucharle he pensado a menudo en el dolor. Hubo un tiempo en España en el que terror y dolor caminaban juntos por la línea del horizonte que jamás […]
Estos días he oído cosas terribles sobre la patria. He escuchado las trompetas del apocalipsis anunciando que España está quebrada y que el Banco Central Europeo nos ha tenido que inyectar 330.000 millones de euros. Oyendo al líder llamado Pablo Casado me ha asaltado un recuerdo infantil. De pronto he visto todas las jeringuillas de […]
Cuentan las leyendas de otros tiempos que al oráculo de Delfos acudían las gentes en busca de consejo. Su fama era tal que nadie acometía empresa alguna si sus augurios le eran desfavorables, ni siquiera los héroes o los reyes. Hoy en día se libran complejas batallas de comunicación para influir en la decisión de […]
A veces la bruma que deja el paso de tiempo trata de borrarnos los recuerdos. Además de la tristeza de su pérdida, el fallecimiento de Félix Palomo, ha activado el botón de la memoria de un pasado muy reciente que la velocidad trepidante del mundo en que vivimos va cubriendo de olvido. No quiero que […]
El destino es caprichoso, una erupción volcánica llega y nos sorprende pero los episodios de la historia se fraguan en los errores del ayer aunque a veces destino e historia son igualmente terribles. Inexorablemente las lenguas de lava del volcán de La Palma han ido avanzando en su camino hasta alcanzar el mar. Todo […]
Funcionaria. Aficionada a la escritura que en otra vida fue política. "Entre visillos" es un homenaje a Carmen Martín Gaite con esa novela ganó el Premio Nadal en 1957, el año en que yo nací.