El beso
Al ver a Rubiales tocándose los testículos con una euforia exagerada, tras ganar nuestras jugadoras el mundial de fútbol femenino, no pude evitar recordar algo que ocurrió en Calahorra hace ya más de treinta años. Hubo una vez un concejal, de cuyo nombre no quiero acordarme, que presidía una corrida de toros en una día […]