Fue como una nueva bofetada y van 42 este año. Una joven de 15 años asesinada en Orihuela tras ser acuchillada en el cuello por un chico de 17. Sentí un escalofrío al escuchar la noticia. Aunque nunca nos acostumbraremos a que nos maten, en este caso sorprenden las edades de la víctima y del asesino (presunto). En la desolación, me pareció percibir un lamento ahogado, un grito secular que emergía de lo más profundo del universo. Nuestra rebelión fue sofocada durante siglos pero hace tiempo que esa tradición de “la maté porque era mía” ha sido combatida aunque no erradicada. Lo de ser sumisas y obedientes se terminó aunque queden hombres y mujeres que no lo entiendan y nieguen que existe una violencia específica contra nosotras.
El lunes era el Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer y antes de que se leyeran los discursos en las plazas de España a dos mujeres les quitaron la vida sus exparejas. La mujer, en la mentalidad de algunos hombres, no puede ser libre de cortar una relación y si lo hace merece castigo por su osadía. Muy triste pero muy real. Llevamos siglos, desde que tenemos memoria, tratando de derruir la injusticia de no ser consideradas iguales. Sólo a algunas, por ser excepcionales, les han dejado escribir alguna página de la historia. Ya advertía santa Teresa en su Camino de Perfección que hay varones “que no hay virtud de mujer que no tengan por sospechosa”. Ese párrafo se lo borraron los hombres encargados de censurar y delimitar lo que podemos y no podemos hacer o decir las mujeres.
Cloe tenía 15 años, estaba en cuarto de la ESO, la mató su ex, le llaman El Rayo, ese rayo que no cesa de matarnos. No creo que este Rayo haya leído jamás al poeta de Orihuela, Miguel Hernández: Un carnívoro cuchillo/no cesará este rayo que me habita. El caso es que Cloe se fue sin conocer el amor, sin que la habitara un rayo que iluminara su cuerpo y su alma. No hay duda de que no fue feliz con este Rayo que no entiende que nadie es propiedad de nadie. Le ha quitado la vida porque ignora que si algo caracteriza el amor es la generosidad con el otro, el respeto a ser él o ella en la relación compartida. El Rayo nos ha advertido que la violencia hacia la mujer no es cosa de viejos anclados en el pasado sino que algunos jóvenes añoran volver a unos tiempos en los que la libertad de la mujer tenía límites que la del hombre nunca tuvo.
Es todo muy triste, sobre todo para Cloe que se fue en la flor de la vida por culpa de un amor tóxico que se volvió asesino. Desgraciadamente para ella: Temprano levantó la muerte el vuelo,/temprano madrugó la madrugada. Igual que el poeta escribió a su gran amigo fallecido, tampoco podemos regresarla de la muerte pese a nuestra indignación por esta violencia de siglos que existe aunque la nieguen.