>

Blogs

Entre visillos

Cuentos de Navidad

A escasos kilómetros de la opulencia y colindante con los barrios en los que se sobrevive, se extiende la Cañada Real, el corazón geográfico de la miseria de Madrid. Violeta vive allí, en una casa de cartón y maderas cubierta con plásticos de todos los colores que su padre cambia cada cierto tiempo. Violeta sabe que es Navidad porque en los barrios del centro hay luces de colores y porque en el local que Cáritas tiene cerca de su chabola la hermana Paz les ha dado a los niños el doble de merienda. Con un papel de regalo recuperado de un contenedor del centro ha adornado unos taburetes que hacen de mesa y ha encendido una vela para cenar con su amiga Sara que está sola. Su padre no vendrá hasta que se recupere de ese mal que le come por dentro desde hace tiempo. Su madre ya se fue, murió hace tres meses aunque ella no sabe de qué. A lo mejor se murió de tristeza que, según Violeta, esa es una enfermedad más destructiva que la peste. Mientras esperan, se comen la merienda de Nocilla, se ríen y se abrazan con fuerza para espantar el frío que envían las estrellas en Navidad.
Hashin se ha dormido, aunque aterido, su rostro dibuja una serena sonrisa muy diferente a la infinita amargura que refleja el semblante de su madre. Amira juega con pedazos de trapos de colores y corre a abrazarse a su madre que la envuelve amorosa en la única manta que les queda. En un cobertizo, escondidos como ratas, se alimentan de miedo y sobreviven a la angustia premonitoria de la muerte. En Alepo todos temen a los que pululan por las ruinas, es difícil distinguir al enemigo. El sonido de los bombardeos que revientan edificios, destruyen futuros y alimentan rencores, se escucha nítidamente como si anunciara el fin del mundo. Las madres de Hashin y Amira son hermanas, sus maridos combaten lejos, aunque no saben dónde, no hay noticias. Uno se fue con los rebeldes y el otro con Al-Assad. Los niños nacieron al inicio de la guerra, por eso duermen tranquilos, hambrientos y helados, ajenos a la verdad creen que la vida sólo consiste en despertar cada mañana abrazados a unas madres que habitan en el miedo porque saben que no queda esperanza.
Huyendo de Boko Haram la familia de Hamal, siguiendo a miles de desesperados, acaba de llegar a un campo de refugiados en el corazón de África. En realidad, la suya no es una familia sino un resignado lamento. Sólo quedan él y dos hijos pequeños. A su mujer la violaron varios hombres armados y al amanecer ella se clavó un cuchillo. A su hija pequeña la secuestraron y no han vuelto a tener noticias. Hamal cuando despierta sueña que está muerto.
Otto salió de casa con una sola misión: hacer feliz a su hija pequeña porque llega la Navidad. Otto ahora está muerto, junto a su cadáver la policía encontró una bolsa llena de angelotes, renos y un Papá Noel que, como él, quedó aplastado por un camión conducido por un asesino que mata al servicio del fanatismo y de la infamia. En Breitscheidplatz, en Berlín, todo lo tiñe el dolor. Muy cerca y muy lejos los agitadores del odio, los asesinos y sus ciegos creyentes disfrutan su hazaña y planifican la siguiente.
Este es nuestro mundo. Que no es perfecto lo sabemos de siempre pero dudo que estemos haciendo lo suficiente para cambiarlo. Contemplo el panorama y más bien creo que nos esforzamos en destruirlo. Yo no sé si a ustedes les pasa lo mismo pero estos días advierto mucha hipocresía en el ambiente con forma de árbol de Navidad. Al anochecer observo el cielo buscando aquella estrella que me ilusionaba de pequeña. Me refiero a esa estrella luminosa con prolongada cola que iluminaba mi infancia y que me gustaría que volviera para alumbrar el futuro con un retazo de esperanza. Pese a todo y aun consciente de que la negrura es la que triunfa en este mundo, de todo corazón les deseo que sean felices siempre, incluso en Navidad.

María Antonia San Felipe

Sobre el autor

Funcionaria. Aficionada a la escritura que en otra vida fue política. "Entre visillos" es un homenaje a Carmen Martín Gaite con esa novela ganó el Premio Nadal en 1957, el año en que yo nací.


diciembre 2016
MTWTFSS
   1234
567891011
12131415161718
19202122232425
262728293031