Escribir un libro es siempre una aventura y mucho más cuando el proyecto trata de salir adelante con más ilusión que medios. Ese es el reto que durante dos años ha tenido inmersa a la Asociación de Amigos de la Historia de Calahorra. Sus integrantes, en especial su junta directiva, han impulsado el nacimiento de un libro de Calahorra que abarcara su historia desde sus orígenes a nuestros días adaptado en su elaboración a las nuevas tendencias de la historiografía actual.
Para conseguir hacer realidad este objetivo contactaron con investigadores y profesores especialistas en cada período histórico que se comprometieran a realizar su trabajo casi en un tiempo record para tan amplia empresa. Coordinados por José Luis Cinca y por Rosa González Sota un buen número de historiadores nos pusimos a trabajar y ayer fue el día en que el sueño se hizo realidad.
Ayer pudimos, por fin, tener el libro en nuestras manos escrito y maquetado con enorme ilusión e ilustrado con gran calidad. Creo que el fruto del trabajo realizado a contrarreloj y quitando horas al sueño por los comprometidos en tan interesante apuesta es lo suficientemente digno para que resulte del agrado de los calagurritanos.
Es bueno resaltar que en su financiación han participado varias empresas de Calahorra que han aportado lo suficiente para que el proyecto no se fuera a pique desde el comienzo. No obstante, es bueno que sepan ustedes, que ahora el futuro económico de la Asociación de Amigos de la Historia de Calahorra depende de que los calagurritanos participen adquiriendo ejemplares para disfrute propio o para regalarlo a amigos y familiares. En estos tiempos difíciles en los que vivimos, creo que merece la pena apoyar a aquellos que se esfuerzan en hacer realidad proyectos culturales ambiciosos, sin el apoyo económico de ninguna administración, a base sólo de la generosidad altruista de los participantes.
Me dirán que no hago sino propaganda de un libro en el que he participado y que no soy objetiva porque soy parte interesada. Es cierto, he contribuido escribiendo un capítulo de esta Historia de Calahorra, pero también quiero confesarles que este libro ha sido posible por el empeño que José Luis Cinca y Rosa González Sota han puesto para que el barco no se fuera a pique. Creo que ellos y sus compañeros de junta directiva son los que, con una generosidad enorme poco habitual en este mundo materialista, han conseguido que al final este libro haya sido posible. Yo me siento contenta de que me hayan permitido participar en este historia de mi ciudad y sólo les transmito el deseo de que ustedes se entretenga leyendo el libro tanto como hemos disfrutado nosotros haciéndolo realidad. Mi agradecimiento a la Asociación de Amigos de la Historia de Calahorra y ¡ojalá! que los calagurritanos sepan recompensarles, se lo merecen.
