Magos, no millonarios
Como buena española que se precie, voy a ejercer mi derecho a personalizar ese vicio tan castizo que nos otorga la capacidad de erigirnos en seleccionador nacional de fútbol o presidente del Gobierno o economista de primera línea cuando la situación lo requiere. O sea, cuando las cosas dan miedo. Así que yo voy a […]