Triste fórmula
No conozco a nadie que disfrute pagando impuestos. El que diga lo contrario, miente descaradamente. Otra cosa es que no quede más remedio que sufragar el sistema de servicios públicos mediante las cargas impositivas. Y que nos resignemos a rascarnos el bolsillo para financiar dichas coberturas. Pero de mala gana. Por eso, es comprensible que […]