¿Realmente, necesita el Real Madrid a Bale? En mi modesta opinión, no. Ante todo, no dudo de su calidad y de su compatibilidad con los integrantes del vestuario merengue, pero lo siento. Los 80, 90, 100 o más millones de euros por la subasta de su fichaje chirrían, patinan y molestan. Lo veo prepotente. La sensibilidad es necesaria en estos tiempos que nos están tocando vivir. Con ello van a conseguir que el fútbol deje de ser una válvula de escape.
El único sentido que vería a la llegada del galés a Chamartín es porque la renovación de CR7 se truncase, y de esta manera, la cúpula del club merengue quisiera asegurarse la llegada anticipada de su nuevo icono. Y luego, el año próximo ver que es lo que haría con el portugués, esperar la llamada del millonario o jeque de turno e intentar recuperar algo por la talegada que pagaron por él en su momento. Pero las noticias que llegan desde EE.UU., es que el acuerdo para la continuidad del luso está cercano. Mi argumento se va al garete.
Está claro que la llegada de Bale es un capricho presidencial. A FP se le deben seguir retorciendo las tripas al ver a Neymar vestido de azulgrana y el mejor antídoto es contraatacar para tener también su dupla de oro. Otros dos gallos en un mismo corral. Como en el caso del Barça me sobra uno. Allí, es el brasileño. Ya expuse mis dudas sobre él. Su físico me hace desconfiar. Sí, estamos en pretemporada, ha sufrido una anemia, ha perdido siete kilos. Tiene calidad, pero insisto. Le veo frágil y vulnerable para la Liga. Ha llegado demasiado pronto. Es el primer brasileño que aterriza en el Barça sin tener horas de vuelo en el fútbol europeo.
Pero volvamos a Bale. ¿Realmente, vale 100 o más millones de euros? Que se sepa, el jugador del Tottenham no ha estado nominado últimamente en ningún premio individual. Tampoco han puesto su nombre de manera sibilina e interesada en las quinielas. Eso cambiará en cuanto vista de blanco. Tiempo al tiempo. Los amantes, charlatanes y demagogos que tanto les gusta polemizar sobre estos galardones tendrán pronto carnaza. Yo deniego de ellos (de los premios). Por Eric Cantona. El francés, un genio, colgó las botas sin que le pusieran la corona. Siempre la tendrá para los que admiramos y disfrutamos con su fútbol. Sí, ya sé lo que dirán sus detractores,: le perdieron las formas. Es su misma época hubo un búlgaro, impresionante en el campo e igual de racial que el ’7’ del United, que ganó un Balón de Oro y no era un angelito precisamente.
Si Bale vale 100 o más millones, ¿cuánto costaría Ribéry? El francés no tiene nada que envidiarle. Su última temporada, increíble. Desborda, regatea, asiste, marca. Seguro que su fichaje sería algo más asequible. FP debería guardarse ese dineral en el banco y esperar a una inversión o varias de futuro. De momento estaba llevando una acertada política de contrataciones en este verano. La apuesta por el producto nacional (Isco, Carvajal e Ilarramendi) y por la cantera (Morata y Jesé) ilusionaba más al madridismo, que a estas alturas, no necesita el caramelo de la llegada del galés. Insisto. Su alto precio patina, chirria, echa atrás. Molesta. ¿Hasta qué extremos se va a llegar? Viendo a Di María, ¿realmente es necesario su fichaje? ‘El Fideo’ es un futbolista igual de rápido y desequilibrante que el futbolista del Tottenham.
Florentino salió a la palestra hace un par de días. “100 millones me parecen mucho”, aseguró. Me resisto a pensar que el dirigente se eche atrás en su empresa de fichar al galés. Ahora es cuando debe sacar sus dotes negociadoras y no de pagador. Lo lógico es que se retirase y esperase al siguiente mercado. Seguro que hará una última intentona para tratar de rebajar el precio y que no rebase la centena de millones. Si es así, seguiría siendo un fichaje desorbitado. Una barbaridad, una burrada por un buen futbolista.
Además, hay que poner límites. No me vale esa coletilla que “el fútbol español saldría ganando con el aterrizaje de Bale en la Liga”. Pamplinas. Serviría, única y exclusivamente, para que la distancia entre Real Madrid y Barcelona fuese mucho más sideral con el resto de equipos. Miren al Sevilla y Valencia. Han tenido que reinventarse tras vender a sus figuras. O el caso del Barça. Lleva un año y medio buscando un central, pero mira el euro con lupa y evita hacer locuras para poder ficharlo. Tiene su tope y punto. La economía de guerra se ha instaurado en la Liga. Y eso es que lo que ahora vale.