Continuamos nuestro blog esta semana hablando de manera más concreta de la mediación y trasladando la respuesta que damos a la mayoría de las personas que nos preguntan: ¿Cómo me puede ayudar la mediación a resolver mi conflicto?.
Aunque el conflicto no se elimina, sí se transforma a lo largo de las sesiones. Las personas son conscientes de que no se elimina por sí solo, sino que buscan y encuentran nuevas y diferentes soluciones.
La mediación es una manera de observar de forma diferente la realidad y logra ampliar la capacidad de reflexionar y valorar otras alternativas a las tradicionales, tendiendo a dar respuesta a las necesidades e intereses, motivaciones, deseos e inquietudes de las personas envueltas en un problema.
Cuando surge una discrepancia o desacuerdo entre varias personas o grupos es porque piensan que sus posiciones o necesidades son incompatibles y solo hay una solución: “la suya”.
Aquí entran en juego las reglas diferentes de la mediación.
¿Cómo lo logramos?. A lo largo de las diferentes sesiones que se distribuyen de la siguiente manera:
1.-Sesión Informativa: para explicar brevemente en qué consiste la mediación: confidencialidad de los datos, voluntariedad, beneficios y ventajas, duración de las sesiones, coste emocional y económico que la diferencia de la vía judicial, finalidad y validez de los compromisos y acuerdos que se realicen en la mediación.
2.- Sesiones individuales: Importantísimas porque los mediadores tenemos la oportunidad de escuchar el punto de vista de la situación para cada persona o grupo implicado.
Se hace en principio una sesión individual con cada uno. Aquí es el momento en el que las personas transmiten la narrativa de su problema, sus propuestas, sus posiciones, etc.., es decir, su manera de vivenciar el problema. Nos la cuenta y expone en primera persona que está atravesando por una situación que quiere que se resuelva de manera rápida y eficaz.
3.- Sesiones conjuntas: es en este espacio donde los mediadores añadimos el punto en común que les ha traído a la mediación y se pone sobre la mesa después de que han sido escuchados por nosotras de manera individual.
Ahora estaremos presentes en dicha sesión todos a la vez para que se puedan escuchar y hablar entre ellos, facilitando la comunicación y el diálogo para desde este momento poder trabajar los intereses comunes que existen. .
Si utilizamos una metáfora diríamos que, como los sastres, en nuestro caso modistas, nos adaptamos a la situación, haciendo un traje a medida, atendiendo a la flexibilidad que supone el proceso de mediación, dialogando, conversando en un espacio neutral e imparcial que les permite encontrar unos intereses comunes y ayudar a resolver el desacuerdo, terminando el proceso de manera satisfactoria para todos, porque en mediación todos han de salir ganando.
4.- Sesión del acuerdo: los protagonistas del conflicto junto a las mediadoras van sopesando la viabilidad y la capacidad de dar y recibir, escuchar, aceptar y establecer aquellos compromisos que se escriben en un acuerdo elegido libremente y pactado entre las personas.
La experiencia nos demuestra que cuando hacemos algo que no nos obligan y aceptamos voluntariamente, la realizamos satisfechos y felices porque así lo hemos decidido y salimos con el traje que hemos elegido, nadie impone los compromisos a firmar finalizada la sesión.
Así ocurre con los acuerdos en mediación, las soluciones y las formas de llevarlos a cabo los han elegido, valorado y decidido las personas. Vienen con un conflicto individual y terminan con una solución conjunta satisfactoria y beneficiosa para todos.
Esperamos que os sirva este post para conocer más acerca de la mediación y entender que en la realidad, lo esencial es invisible a los ojos. Subirnos a un globo que nos permite ver nuevos lugares que desde el suelo no apreciamos.
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Silvia Landa Ocón (638-32-07-38)
Inmaculada Aragón Corvera (627-93-48-90)