Sin vuelta atrás. El juicio por la muerte de Mercè Orgaz, la joven que falleció el 15 de septiembre del 2000 en el pavoroso incendio de la planta de Patatas Lahera de Alesón se celebrará este martes a las 11 horas en el juzgado de lo Penal número 2. En abril hubo un intento de acuerdo entre las partes. No cuajó. La madre de la fallecida, Ana López, lo tenía claro: “Quiero verlo sentado en el banquillo y, si tiene lo que tiene que tener, que me mire a los ojos”.

Es el dolor de la madre que ha perdido a su hija de 25 años. Cumplirá, al menos parte de su deseo: el propietario de la fábrica de patatas fritas se sentará en el banquillo de los acusados. El Ministerio Fiscal le acusa de un delito contra los derechos de los trabajadores y de otro de homicidio por imprudencia grave. Para él pide una pena de dos años y medio de cárcel.

Con el dolor acrecentado por el paso del tiempo Ana López dudaba antes de aquel acto de previa conformidad en que hubiera justicia. “Tengo mis dudas… pero espero que sí”, decía entonces antes de cargar contra el acusado: “A cualquiera se le llama empresario. El seguro de la empresa ha tenido conocimiento del accidente y de la muerte de mi hija por nosotros. Él no había pasado ni siquiera el parte”, dice. “La fábrica no reunía las condiciones de seguridad. No entiendo por qué no se precintó. Quizá le interesaba más pagar la multa que hacer una planta segura”.

Por eso la acusación particular, de la que se encarga el abogado Pau Simarro, va mucho más allá y reclama un fallo condenatorio (por los mismos delitos) con una pena de prisión de siete años de cárcel.

La foto es de Miguel Herreros