Leí la noticia con estupor: «La Cofradía de la Virgen de las Angustias de Ciudad Real ondeó en la procesión de Viernes Santo un estandarte que la División Azul utilizó en su respaldo a Hitler durante la II Guerra Mundial». Pero cuando verdaderamente se me pusieron los pelos como escarpias fue al profundizar en los comentarios añadidos al artículo en larioja.com, algunos de este pelo: «Lo que realmente molesta es que (la División Azul) fueran voluntarios contra el comunismo y quisieran liberar a Rusia de sus garras, después de sufrir los zarpazos de los soviéticos en nuestra tierra». Y, lo peor de todo, es que arengas como ésta eran jaleadas por otros correligionarios.

Al azar, busqué un tomo del periódico coetáneo de la División Azul, abrí una página aleatoriamente y encontré los siguientes titulares: «Proclama de Hitler: ‘La movilización espiritual y material de Europa es indispensable para asegurar la existencia de todos’». Y, al lado: «El Fürher premia el heroísmo de una unidad de transmisiones de la División Azul» (25 de febrero de 1943).

Si revisamos las hemerotecas de cualquier diario español de la época, veremos cuán falaz es la teoría de la desmemoria que aplican los recalcitrantes nostálgicos de la dictadura. Afirmar que Franco fue «autoritario» y no «totalitario», desvincularlo de los regímenes de Hitler y Mussolini o dar pábulo a los revisionistas ultramontanos, ha sido un insulto tal a la inteligencia que, por desgracia, todavía estamos penando en España no haber sabido separar el grano de la paja durante la Transición.