La Comisión Nacional sobre asuntos para la defensa de la moral ucraniana ha dictaminado que el personaje de dibujos animados Bob Esponja es homosexual y «una amenaza real para los niños». La citada Comisión califica a series televisivas como ‘Los Simpson’, ‘Padre de Familia’, ‘Pokemon’, ‘Los Teletubbies’ y ‘Futurama’ de «proyectos especiales dirigidos a la destrucción de la familia, la propaganda del vicio y las drogas». El manga japonés «es un claro ejemplo de propaganda del sexismo» y ‘Los Teletubbies’ enfocan a los más pequeños hacia «la creación intencionada del hombre subnormal, que se pasa todo el día delante de la televisión con la boca abierta y tragándose cualquier información», lo que conforma la «psicología de los perdedores».
Sería para tomarse a risa tan descabellado informe si no fuera porque en Ucrania la «defensa de la moral» también pasa por encarcelar a la anterior primera ministra Yulia Timoshenko, lo que desencadenó el boicot de la Unión Europea y de EEUU contra el Gobierno de Kiev. Boicot que, por cierto, se saltaron a la torera tanto Mariano Rajoy como Mario Monti al acudir a la final de la Eurocopa de fútbol sólo para salir la foto.
Y también sería para tomárselo a risa si no fuera porque el informe de la Comisión Nacional sobre asuntos para la defensa de la moral ucraniana nos retrotrae a las épocas más oscuras del dictador Josif Stalin, que consideraba la homosexualidad como «un vicio burgués y una perversión fascista». De hecho, alrededor de 50.000 gays fueron reeducados en los gulag soviéticos.
También la Inquisición persiguió a los homosexuales (a los que tildaba de sodomitas), cuyos acusados recibían el castigo de la castración o la lapidación.