“Durante estos tres días, el Gobierno de José María Aznar (PP) defendió la tesis de un ataque de la organización separatista vasca ETA por no reconocer la pista islamista, que sonaba como una represalia por la participación de España la guerra en Irak.
(Le Monde)
Hace años, me tocó moderar en Arnedo una mesa redonda sobre la autonomía riojana, organizada por la UR. El entonces diputado nacional Neftalí Isasi llegó a afirmar que si La Rioja era comunidad autónoma se lo debía a la labor realizada por «ese gran presidente llamado José María Aznar». Otra contertulia, la ya fallecida Pilar Salarrullana, respondió a porta gayola: «Jolín, Neftalí, menos mal que lo hemos vivido que, si no, con la vehemencia que lo cuentas, casi casi nos lo creemos».
Viene a cuento esta anécdota a raíz del décimo aniversario del 11-M y las llamadas a «asumir los errores de todos» durante esos días. Por suerte, la mayoría de los españoles apuesta por pasar página, sabiendo que, detrás del mayor atentado de nuestra historia, está Al Qaida y no ETA. Sin embargo, Cospedal, Ignacio González o Zaplana, entonces portavoz del Gobierno, siguen apostado por la ambigüedad y el oscurantismo. Es cierto que cierta emisora informó de la falsa presencia de suicidas en los trenes y que hubo gente que se echó a la calle el sábado por la tarde exigiendo la verdad (en Logroño, apenas 80 personas ante a la Delegación del Gobierno).
Se olvida, sin embargo, que a esa misma hora, transcurridas ya 48 horas desde que la pista de Al Qaida fuera evidente –y así lo reflejaba toda la prensa mundial–, el Gobierno siguiera anclado en la mentira. De hecho, ese mismo sábado, el ministro del Interior Ángel Acebes ratificaba a ETA como hipótesis principal de la masacre, al tiempo que TVE proyectaba en prime time nocturno la película ‘Asesinato en febrero’, sobre el atentado etarra contra Fernando Buesa. Y, para más inri, el mismo día de las elecciones, un periódico nacional lleva a portada esta frase de Mariano Rajoy: «Tengo la convicción moral de que fue ETA».
Menos mal que lo hemos vivido, que si no…