Ironizaba el humorista Jaume Perich que “la penicilina se descubrió por casualidad, pero el Napalm no”. Bromas aparte –con perdón de Alexander Fleming–, es evidente que nada es por azar, que todo efecto tiene su causa y que ese axioma puede aplicarse a cualquier ámbito de la vida, corrupción incluida. Hay quien parece que […]