El 14 de abril de 1931, hace 85 años, LA RIOJA repartió por cafés, escaparates y comercios el telegrama que proclamaba la II República
“Hasta muy de madrugada duró la animación en las calles: algaraza, cohetes, músicas, dulzainas, y salvo pequeños incidentes de iniciativa individual y explicables, concluyó felizmente el primero de los días de la Segunda República Española». Así concluía la crónica del periódico LA RIOJA del 15 de abril de 1931, sobre lo acontecido en Logroño hace ahora 85 años.
Las elecciones municipales del domingo, día 12, habían supuesto para la Corona española una amplia derrota en los núcleos urbanos, síntoma de la debilidad de Alfonso XIII tras su respaldo a la dictadura de Primo de Rivera. En la provincia logroñesa, según el historiador Francisco Bermejo Martín (bermemar.com), los 1.374 concejales electos se repartieron así: republicanos de distintos matices, 798; monárquicos, 169; socialistas, 61; otros, 346.
Los rumores de crisis de la monarquía comenzaron a expandirse por toda La Rioja en la tarde del día 13 y se intensificaron en la mañana del 14. A las cuatro y media de la tarde, un telegrama urgente llegó a la redacción de LA RIOJA, entonces en la plaza Martínez Zaporta, que confirmaba «la transmisión de poderes al Gobierno Provisional de la República». No es extraño que el citado telegrama llegase en primer lugar al diario liberal logroñés, pues las nuevas autoridades todavía no se fiaban ni del Ayuntamiento ni del Gobierno Civil. De inmediato, la plantilla del periódico al completo se afanó en imprimir una hoja volandera con el texto y en repartirla por cafés, círculos de recreo y escaparates comerciales. «El vecindario leía ávidamente la noticia y poco a poco un enorme gentío se congregaba en y ante el Círculo Republicano de la calle del Mercado (Portales)», explicaba el periódico en su edición del día siguiente.
Pasadas las seis y media de la tarde del 14-A, cientos de personas tomaban las calles en una manifestación festiva, con cohetes, banda de música y banderas tricolores.
Ya a medianoche, el dirigente republicano Jesús Ruiz del Río anunció al pueblo de Logroño la proclamación del nuevo régimen desde el balcón del Ayuntamiento (palacio de los Chapiteles), minutos después de que el anterior alcalde, Ramón Martínez, entregara el poder a Alfonso Mato.
Por desgracia, la fiesta no lo fue para todos, pues las estatuas de los reyes que adornaban el Espolón desde 1856 (don Pelayo, Ordoño, Leovigildo, Alfonso el Casto, Enrique I, y Felipe V) amanecieron destrozadas e inservibles días después. Eran un regalo de Espartero.
En otras localidades riojanas, también hubo celebraciones, como es el caso de Calahorra, donde cientos de personas se manifestaron por sus calles, portando retratos de Pablo Iglesias, fundador del PSOE, y de Galán y García Hernández, oficiales ejecutados tras la sublevación republicana de Jaca.