«Este santo, San Quirico,
de Matute es el patrón
como símbolo de un pueblo
que rechaza la opresión»
La localidad riojana de Matute celebra sus fiestas patronales de San Quirico –o San Quiles– y su madre, Santa Julita, los días 16 y 17 de junio. Y lo hace con tradiciones seculares, algunas de las cuales han desaparecido con el paso del tiempo. La víspera, el día 15, los vecinos ascienden en romería hasta la ermita enclavada en lo alto del monte San Quiles, llevando al santo en una alforja «para que vea a su madre». Allí, tras la misa y el almuerzo de rigor, el Ayuntamiento invita a los presentes a café como costumbre de una época, lejana en el calendario, en la que lo hacía por necesidad, pues siglos atrás el café era una bebida exótica, cara y difícil de adquirir, a no ser en selectos ultramarinos. Tras el café y los juegos, el santo regresa a la parroquia.
Las coplas del cachibirrio
Años atrás, la romería se adornaba de un ritual más vistoso, pues la imagen San Quiles era sacada en andas de la iglesia parroquial de San Román, sobre los hombros de las autoridades, precedidos por los bailes de ocho danzadores y un cachibirrio, que cantaba coplas como la que sigue: «Tú eres el santo más niño, el más bonito y más chico, por eso hoy con gran cariño te canto niño Quirico».
Pero en lo que hoy se detiene esta ‘Retina de la memoria’ es la fotografía del manteo de los perros, una tradición que se mantuvo hasta hace pocas décadas, pero que la modernidad y el amor por la naturaleza acabaron por desterrar, por suerte para los canes. Y no sólo en Matute, sino en otras localidades del Valle de San Millán y de sierras no muy lejanas.
No se ponen de acuerdo los folcloristas ni los expertos en el pasado de la comarca sobre el desarrollo, calado y final de tan curioso «divertimento», pero la imagen que hoy publicanos no tiene vuelta de hoja.
La fotografía pertenece a una colección particular y sobre ella está escrita la siguiente leyenda: «Manteamiento de los perros. Costumbre del Valle de San Millán (Rioja)». La instantánea se realizó hacia 1913, hace ahora un siglo, más o menos.
Apuesta por la modernidad
En las últimas décadas, España ha ido regulando la mayor parte de las tradiciones que tenían a los animales como protagonistas involuntarios, con mayor o menor éxito, aunque Matute o otros pueblos del entorno sí que se apuntaron a la modernidad.
A finales del siglo XX, a propósito de la publicación del libro ‘Fiestas populares e insólitas’ (1997), de Juan García Atienza, se reabrió la polémica sobre el manteo de perros en Matute, cerrada por el profesor Alberto Montes, natural de la localidad: «No me consta que en la romería de San Quiles figure como tradición ni como costumbre ni siquiera como un hábito el manteo de perros».
Cien años contemplan la imagen de aquella España profunda que ya no existe ni se la espera.