Considerando que el consejero de Salud de La Rioja, José Ignacio Nieto, niega la existencia de cualquier motivación política en el despido del grupo del Centro de Investigación Biomédica de La Rioja (CIBIR) que investiga sobre la enfermedad de alzhéimer y –asegura– que los cinco investigadores que lidera el científico Miguel Morales ya conocían desde hace tiempo que su trabajo llegaba a su fin…
Considerando que los investigadores denuncian que sus despidos se producen por «motivos políticos» tras su asistencia a una manifestación en protesta contra los recortes en investigación…
Considerando que ya en enero, el director gerente de la Fundación Rioja Salud había firmado una carta de despido contra Morales, el investigador principal…
Considerando que en la citada carta de despido –que consta como prueba pericial– se cita expresamente como una de las causas la participación del doctor Morales en una manifestación convocada a nivel nacional por el Movimiento Carta por la Ciencia contra los recortes en investigación y avalada por la Confederación de Sociedades Científicas de España (COSCE) y la Conferencia de Rectores de Universidades Españolas (CRUE)…
Considerando que el pasado lunes, en el CIBIR, «precintaron los ordenadores, nos dieron dos horas para recoger nuestras cosas y vinieron hasta los guardias de seguridad para echarnos», según el testimonio de Miguel Morales…
Considerando que –afirma el consejero Nieto – existe un comité científico del CIBIR que evalúa toda la actividad y una coordinación de investigación del Centro de Investigación Biomédica de La Rioja, lo que demuestra que el despido se fundamenta en una motivación científica…
Conclusión: Lea usted el título, por favor.