Puy es una chica resolutiva. Sin complicaciones. Se parece a Lourdes, esa que todo el mundo conoce como Russian Red. Las dos morenicas, poquica cosa, que no te esperas… Y algo pijitas… sí. Sólo se diferencian en una cosa. Y no es baladí. Una vota al PP (La ‘rusa roja’ de Madrid) y la otra (mi amiga Puy) deja su ‘confianza’ a UPN. Y aunque parezca lo mismo no lo es. Os lo aseguro.
Yo se lo dije un día tranquilamente: “Me recuerdas a la pesada de Russian Red. A ella la odio. A ti no.”
(porque yo soy de odiar fácilmente… pero siempre desde el cariño… que conste)
Puy camina como una colegiala con su aplomo foral por tierra hostil de manera magistral. ¿Cómo es caminar con aplomo foral? Muy fácil. Según ella hay que decir SI cuando hay que decir que SI. Y soltar un NO cuando hay que decir que NO. Hay que reirse de tu Reyno si es necesario aunque sea por una tontería o algo falso (como casi todo lo que se dice en vuestras tierras en contra de la Comunidad Foral)…
Y nunca, nunca, nunca y bajo ningún concepto, pedir un Chivite, un Irache o un Inurrieta en este lado del Ebro.
“Así sobrevivirás. Palabra de Estellica”
Porque por si alguno no se había dado cuenta, Puy es de Estella.. Y eso marca. Marca mucho. Más que ser de Pamplona. No te digo más y te lo digo todo. Siempre he dicho que si no hubiera nacido en el mejor lugar del mundo posible (entiéndase siempre ante esta afirmación que estoy hablando de Pamplona, por supuesto…) hubiera elegido nacer en Estella. La capital del Ega. La gran ciudad.
Puy lleva unos añicos viviendo entre vosotros. Y acude siempre que puede a su casa a oxigenar su cabeza (que no su pelo). Ahora lo hace en su coche nuevo. Antes lo hacía en un transporte grande y amarillo con lineas azules. Sé que pronunciar su nombre genera una reacción peculiar en vosotros, riojanos míos, pero es necesario para continuar con esta historia. No sufráis…. Va a ser rápido. Se trata de un autobús. Un autobús público con muchos asientos…. Sí.
La Estellesa
Ale, ya lo he dicho.
Puy me comentó que la primera vez que habló de la Estellesa en Logroño, uno de vuestra especie empezó a mutar. Hablaba de viajes eternos, autobuses estropeados en mitad de la carretera, paradas más allá de Orión… Y ella aplicó con su gracia de mujer navarra esas normas básicas de convivencia para sobrevivir en terreno hostil. Os dio la razón con una sonrisa. Dijo que sí a todo y se metió con la empresa navarra como una más. Porque el otro día me dejó una cosa clara: “En Logroño no hace falta complicarse la vida, hay que dejarse llevar” (comentario muy de Russian Red por otro lado…)
Pero ella la tiene cariño a la Estellesa. Porque gracias a ese mítico autobús conoció lugares como Torres del Río, Los Arcos con su circuito inservible… y sobre todo conoció Bargota. Ese lugar que es algo más que una parada en una curva y de la que un día hablaré tranquilamente. Yo riojanos míos, soy muy fan de Bargota. Desde ahora lo digo.
Pues eso, Puy siempre ha querido mucho a la Estellesa. Y no entiende por qué ese mal rollo que se os pone con el autobús amarillo: “La Estellesa es fabulosa. Yo la veo como el metropolitano ese que han inventado en La Rioja… Comunica pueblos, te permite leer y culturizarte durante el camino, une gentes y converasaciones interesantes de las que aprender… Es como el camino de Santiago de la Carretera“, explica con gracia y serenidad. Y en cierto modo tiene razón.
Porque no hay nada como las conversaciones del transporte público. Y más si son de otro asiento y puedes escucharlas tranquilamente… Hace un par de semanas tuve que subir a Pamplona en autobús porque se me averió el coche. Y en el viaje recibí una clase magistral sobre la importancia de ir con muda limpia a la fiesta de ‘la Sara’ en su ‘txamizo’ de Mendavia. Gracias desde aquí a Sara y Nerea. Me hiciséis más corto el viaje. Pienso aplicar vuestros consejos de saber estar y comportarse cuando la persona que te mole se lía con el más golfo del pueblo por despecho. Gracias, gracias, gracias.
¿Por qué odiar entonces a la Estellesa? ¡¡¡¡Defendámosla navarros en tierra hostil!!!
Yo me he lanzado a ello con tesón y en el trabajo he llegado a ir vestido de amarillo y azul diciendo que iba haciendo un homenaje a La Estellesa. Más de uno se cogió la baja ese mismo día… Cómo sois….
Mi defensa iba bien hasta que se lo comenté a Francisco Javier, novio de Puy y que se ha subido a este autobús muchos años desde Pamplona. Y ahí cambió la cosa. Porque hay más pueblos que recorrer desde la capital. Y hasta hace unos años incluso había un puerto que subir. Y como él nos dijo a Puy y a mí tomando un café en una terraza del Bretón: “El odio hacia la Estellesa es directamente proporcional al nivel de alejamiento de Estella. Cuanto más te alejes de ella, más la odias”.
Puy no vió con buenos ojos este comentario de su novio. Ella es muy de Estella y todo lo que tenga que ver con el nombre de su ciudad. Y tras escuchar a su novio, dejó tranquilamente el té que se estaba tomando y le dijo con serenidad: “Cómo sois los de Pamplona… Creéis que Navarra empieza y acaba en las faldas del Perdón..”. Esa sentencia fue suficiente para pasarse al otro lado y convertirse en una más en terreno hostil. Una más de los vuestros…
La vi marcharse seria a coger su coche para irse a casa de sus padres. Porque eso sí. La defenderá mucho. Pero me ha confesado que hace más de un año que la evita como si fuese un vino navarro en la calle Laurel.
Ella es así. Resolutiva y directa y divertida.
(que por cierto… hablando de diversión… esto….pues que ya falta menos! ya falta menos para San Fermín!)