No tengo perdón.
Lo sé.
Os he abandonado durante muchos meses. Aunque para la mayoría de vosotros, riojanos de pro, esta ausencia os habrá dado igual. Que un navarro que no habla es una salvación. Porque cuando nos ponemos a darle a la lengua foral somos insaciables. Ya se sabe… Un navarro cuando se pone a hablar de su tierra es imposible callarle. No hay palabra que no tenga que ver con Pamplona, con San Fermín, con su vida foral… somos así…. Qué le vamos a hacer.
Por eso he estado callado. Para coger energía de la buena. Que entre el Puente Foral, las navidades blancas y San Sebastián he estado muy ocupadico con mis cosas… con mis ‘cosicas’…. más bien…
Ya me lo dijo ayer Sancho, mi amigo fronterizo de Alcanadre:
“O le sacas las telarañas a tu blog ese, o te van a volver a dar una colleja en el curro”. Y vale. Uno tiene su orgullo Foral y por eso no estoy dispuesto a que me vuelvan a decir que se cumple la norma de que un “Navarro no tiene los huevos suficientes para mantener ésto vivo”…. Por ahí no paso…
Sancho y yo estabamos tomando algo Laurel arriba, Laurel abajo. A paso ligero entre vino y corto de cerveza. Que yo más de un vino de vuestra tierra no puedo tragar. Por respeto institucional a mi foralidad… No vaya a ser que mi sangre se contamine con vuestros zumos de uva. Pues eso, que íbamos caminando y me lo dejó claro: “Se acercan las elecciones, van a abrirte la nueva conexión con La Rioja y la invasión foral va a ser grande. Tienes que volver a advertirles a tus compatriotas sobre cómo se vive aquí. Cómo es vuestra vida en tierra hostil”
Y llamé al rato a Puy y a Francisco Javier, mis amigos a este lado del Ebro, para decirles que volvía a esto del blog. (Amigos de los que he hablado en otras entradas para quien no los conozca todavía y me acompañan en este sinvivir riojano) Ella se puso muy seria y digna (como buena estellica) y me dijo que mientras ella siguiera siendo la respresentación femenina de la Tierra Media del Reyno, no había ningún problema. Francisco Javier ser rió un rato abiertamiente. Con sorna y dejando entrever que le gustaba la idea me espetó un … “¡Ya iba siendo hora copón!”. Gran expresión foral, por cierto…
Y me mandó esta canción-himno prometedor….
Y yo, que soy MUY MUY FIEL a mis amigos… no puedo defraudarles.
Así que he vuelto. Para dar MI OPINIÓN!
Mi opinión foral