El 21 de septiembre es un icono para mí. Desde que me me recibistéis con los brazos abiertos en vuestro territorio (siempre con el puñal preparado eso sí, jejeje…) he vivido con intesidad este día… Porque riojanos míos, yo soy muy de San Mateo, muy de vendimiar… Muy de pisar uvas y destrozarlas si son riojanas…
Fan de las tradiciones. Fan incondicional.
Por eso con mi resaca habitual después de un txupicuhete (mitad para vosotros, mitad para mi) ayer me levanté pronto para meterme en el espíritu del pisado de la uva. Cogí mi pañuelo que todavía no olía demasiado a zurracapote y me fui andando tranquilamente hasta el Espolón para ver, al calorcito de los últimos coletazos de sol de septiembre, como hacéis eso de homenajear a la guarrería de pisar la uva con los pies.
Porque en épocas de higienización y orden, que dos tios pisen uvas (uno de ellos con tatuaje de perroflauta) y luego alguien se beba ese mejunje sin pasar por una pasteurización o limpieza de taninos…. pues como que no lo veo.
Además en público. Con instituciones, con la Alcaldesa, el Presidente, los vendimiadores, el hombre del cachirulo de colores…
Todo muy folclórico…
Muy añejo.
Demasiado para mi body navarro…
Así que me fui espantado en busca de Francisco Javier y Puy que estaban esperándome en la maravillosa plaza de Martínez Zaporta. Allí hacían cola como todo riojano de pro (ellos camuflados con el pañuelo moradico y sonriendo como si les encantara la espera):
– Hola compatriota… ¿Cómo va la resaca de vino riojano?- me dijo Francisco Javier con ironía.
Y cuando iba a contestarle para defender vuestros caldos (Modo ironía ON, of course, riojanos míos…) sonó la canción definitiva.
Un par de acordes sensuales y ESTO:
“Queremos darle una bienvenida a todas las mujeres que hacen vino… por todo el mundo”
Frase definitiva..
Y me vine arriba. Os vinistéis arriba
MANOS A ARRIBA… EL TAXI!!!
La gente bailaba al sol, los platos de plástico con la comida se llenaban con sensualidad, la fila se movía velozmente y todo el mundo era feliz… esperando a su degustación…
Y el vino barato vino riojano vibraba al ritmo del vacilón-reggeaton…
Temazo.
Con frases tan riojanas como esta…
“Ella le saca todo el jugo a la uva… que hace vino… si hace vino”
Y me imaginé riojanos míos, que en unos años con el crisol de cosas de la que sois fanes en esta sacrosanta ciudad tal vez acabe esta canción en el Espolón mientras dos riojanos pisen las uvas ofreciéndoselo a la Virgen de la Valvanera. Todo muy moderno y añejo… Muy molón…
Y entonces sí… A ritmo de pisado molón hasta yo bebo ese brebaje