Ayer Domingo, (día grande de las fiestas de Calahorra), el Sr. Omella, obispo de la Diócesis de Calahorra, nos deleitó a los asistentes a la eucaristía en honor a los santos patronos (San Emeterio y San Celedonio) con un sermón excluyente, politizado y enormemente inapropiado para el día que era, y para el debido respeto que merecían todas y cada una de las personas que abarrotaban la casa de Dios. Que no la suya.
Una casa de Dios, que pese a serlo (de Dios) se restaura y adecenta año tras año con los impuestos de los riojanos y los españoles en su conjunto. Tanto de los que somos cristianos como de los que no lo son. Y es desfachatez grande comenzar una homilía ejerciendo de pedigüeño diplomado, -pidiendo más dinero para la Iglesia Católica-, para luego finalizar increpando a parte de tus invitados. A los invitados a la casa del Señor.
Porque ayer…en la casa del Señor…me parece que todos no fuimos bien recibidos. Por ejemplo los cristianos de izquierdas no fuimos nada bien recibidos. Y supongo que los no cristianos…todavía peor.
Calagurritanos y Calagurritanas – y otros invitados- de toda condición e ideología que acuden a honrrar la memoria de San Emeterio y San Celedonio…con la mejor de las voluntades.
Y está en su derecho el Sr. obispo de la diócesis de Calahorra, de utilizar una de esas contadísimas ocasiones en las que ve la Catedral primaria de la Diócesis repleta, para evacuar odios y repartirlos entre los asistentes… para excluir e intentar ofender a la mitad del rebaño…él sabrá lo que hace.
Al final, el Sr. obispo se esta revelando como un lobo con piel de cordero, que comienza con unos chistecillos para terminar hincando los colmillos en la yugular de su adversario.
Pero como cristiano, lo que peor me sentó de su sermón, fue una de las frases en la que dijo que:… “él representaba a Jesucristo ante nosotros”. Eso no es cierto, Sr. obispo, usted no puede representar a Jesucristo en modo alguno. Debería sonrojarse al soltar semejante apreciación subjetiva. Auto atribuirse la representación de Jesucristo me pareció de un exceso irreverente… para con Jesucristo. Mejor hubiera hecho arrojando de la casa Dios a publicanos y fariseos- maestros de la doble moral- que asentían a golpe de cabeza cada uno de sus ataques. Tal hizo Jesucristo -según San Juan-, limpiando de morralla la casa de Dios.
Usted Sr obispo- bajo mi modesta opinión- no representa a Jesucristo ante nadie. Representará como mucho al Papa de Roma, a la Iglesia Católica, a Rouco Varela, a la conferencia episcopal, a la COPE o al su sun corda… ¡pero a Jesucristo!…le aseguro que le viene muy grande.