Si alguna palabra se ajusta como un guante a lo que en materia urbanística sucede en Calahorra…esa palabra es “imprevisión”.
Con el inicio de las obras de urbanización de la calle Mediavilla se llega a la cúspide del caos y el despropósito.
A las obras del Plan E, -que tienen colapsado el casco antiguo-, se une ahora el corte de la calle Mediavilla….entrada natural a Calahorra. Pero no solo es esto. El martes también se cortaba el paseo del Mercadal (desconozco la razón) y hoy –como es habitual- el corte de las calles Cavas, Grande, Mártires y Plaza del Raso (por el mercado) han terminado por sumir a la zona histórica en una ratonera de la cual era difícil escapar.
Las obras del Plan E llegan desde Madrid y son “gratis”. Bienvenidas sean por ello. La urbanización de la Mediavilla es necesaria y llega con retraso. Bienvenida sea también.
Pero lo que no es bienvenido es el nulo e inexistente interés de quienes gobiernan esta ciudad por planificar un desarrollo ordenado y lógico del tránsito de vehículos por los alrededores de la ciudad. Ni en situaciones de normalidad ni tampoco de excepcionalidad.
Llevamos años diciendo por activa y por pasiva que es imprescindible una circunvalación “este”, que una la entrada de Zaragoza y el polígono de Tejerías con la carretera a San Adrián. Pero es igual. Seguimos y seguiremos vadeando el río Cidacos sobre un parche de hormigón para circunvalar la ciudad.
Aunque mentiría si dijera que no han tenido ni la más mínima previsión. Sería injusto. La verdad es que han colocado dos semáforos portátiles (de los de AlquiSagar) en el “caminucho estrechujo” que va del Convento del Carmen al Crucifijo. Una gran previsión. Eso es todo.
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Bellavista cortada, Mediavilla cortada, Camino del Carmen cortado, Sol cortada, travesías de Pastores cortadas, accesos al parque del Cidacos cortados…. más de uno no sabe ya ni por donde salir de su casa.
¡ No nos queda nada por aguantar!