Hinchados y elegidos por los dioses se les veía en la puerta de los juzgados. El farmacéutico, el abogado y el…otro. Allí mirando a lontananza dispuestos a pedir cárcel para una mujer, cuyo delito es posicionarse contra la estulticia y la sinrazón. Una mujer del pueblo, presidenta de una plataforma ciudadana que quería salvar unos […]