La existencia de partidos políticos fascistas – al mismo tiempo legales- en España, es un claro síntoma de que algo no se ha superado todavía en nuestra democracia.
Partidos de ideología, xenófoba, homófona y basada en el terror, -con demostrado currículum histórico en la comisión de atrocidades-, que tienen la desfachatez – y la posibilidad legal- de pedir que un juez ejemplar (a mi particular opinión) se tenga que sentar en un banquillo por querer investigar los asesinatos cometidos por ese mismo partido político y semejantes en la Guerra Civil Española y en los ulteriores episodios de matanzas y terrorismo institucional propiciado por Franco y sus acólitos…entre los que se encontraban estos que ahora quieren que nuestras leyes constitucionales (de una España constitucional que no aceptan y quieren destruir) les sirvan para sus fines. En ese particular son exactamente iguales a los batasunos. Ambos se dan la mano en rechazar al actual Estado democrático que hemos construido, pero no dudan en echar mano de sus leyes cuando les conviene.
.
Dicen que lo políticamente correcto es respetar las decisiones judiciales. Yo en este caso voy a hacer como el padre de Mariluz…el recientemente nombrado asesor del PP para asuntos judiciales. Este señor ni comparte ni respeta la decisión de un juez que dejó en libertad al que después resultó ser el asesino de su hija. Me parece muy bien…que no esté de acuerdo…ni respete.
De momento la decisión adoptada por los magistrados del Supremo, con respecto al juez Baltasar Garzón ni la respeto, ni la comparto. Me repugna…me da verdadero asco.
.
Por último una reflexión. Un Partido Socialista Obrero Español en el gobierno no puede consentir la existencia legal de este tipo de partidos. Si Batasuna no puede presentarse a las elecciones, estos tampoco. Si ETA ha asesinado a lo largo de su historia a cerca de 1000 personas, el fascismo en este país asesinó a cientos de miles. Si unos no reconocen nuestra democracia los otros tampoco. Mientras unos no rechazan la violencia, los otros la tienen como único fundamento de su existencia.
En Alemania los partidos fascistas son considerados terroristas, están ilegalizados y perseguidos. En España, por el contrario, se personan en los tribunales para sentar en el banquillo a jueces como Baltasar Garzón…una de las personas que más ha hecho en este país contra el terrorismo y a favor de la democracia.
Mientras los asesinados por el franquismo siguen desaparecidos en las cunetas, el que se sienta en el banquillo es el juez que ha querido investigar estos crímenes.
¡Qué asco más grande!