No existe comunidad, pueblo, nación, grupo social… entidad étnica o como demonios quiera llamarse, que no atesore valores intrínsecos y exclusivos; tradiciones, cultura e historia, que merezcan reconocimiento y admiración. La misma dilatada historia -o incluso mayor- tiene Extremadura que el País Vasco. Ávila que Girona. Lo de las “nacionalidades históricas” siempre me ha chirriado. […]