Una semana después me resulta difícil descifrar la risa floja del alcalde, (en esta foto que publica EL ECO DE LA RIOJA) al proclamarse “la roja campeona del mundo”.
Puede obedecer a un exceso de la mano derecha, o a que no queda muy claro donde tiene la izquierda…
Quizás la luz artificial hace relucir sus “piños” con un nuevo fulgor…o a lo peor se ríe de que Calahorra fue la única ciudad de más de 25.000 habitantes de toda España que fue incapaz de ofrecer a sus ciudadanos una plaza pública -con una pantalla gigante- para presenciar la final de la copa del mundo de fútbol. Sin ir muy lejos en Logroño se montaron por lo menos dos. En Haro, Nájera…Rincón de Soto. Pero no en Calahorra.
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Lo de la plaza es complicado, ya me lo dice el Abad de San Salvador de Leire: “Calahorra es una pena, no tiene una buena plaza en condiciones, grande y diáfana”. A lo que yo añado que tampoco tuvo hace una semana su pantalla gigante, aunque en la misma ciudad estaba parada una de las mayores que existen en España. Pero nadie desde el Ayuntamiento consiguió montar una.
Es este un alcalde que siempre lo encontraréis en mitad de celebraciones y fiestas…y totalmente desaparecido de donde haya un problema que solucionar o un trabajo por hacer.