No es la primera vez en que una persona ajena a la vida pública se ve linchada mediáticamente por unos hechos que no ha cometido.
El que se nos presentaba como presunto agresor del consejero de cultura de la Región de Murcia, ha resultado inocente, pero su imagen y reputación ha quedado marcada para siempre.
Otros casos todavía más graves han sucedido recientemente, baste recordar al joven al cual se le acusó de haber abusado sexualmente de la hija -de tres años- de su compañera, aunque luego se demostró que no existió abuso alguno. Para entonces ya su foto había recorrido España y en los periódicos se le había crucificado injustamente.
En este aspecto los medios de comunicación tienen una asignatura pendiente y, una grandísima responsabilidad que no asumen. Hoy reconocen la crucifixión de unos y otros pero no dudarán en volver a hacerlo mañana mismo con el siguiente.
Y qué decir de los comentarios que se permiten y alientan en muchas ediciones digitales, en los cuales aprovechando que el Pisuerga pasa por Valladolid, personas anónimamente incluyen comentarios injuriosos y calumniantes que se que quedan allí colgados por los siglos de los siglos, sin que nadie de la orden de retirarlos. ¿Se hace por salvaguardar la “libertad de expresión”?… ¿van a eliminar toda referencia a estos sujetos de sus Webs…para que no aprezca en ningún buscador?…¿Es este el nuevo periodismo que tendremos que padecer?…
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Estamos enfrascados en proteger la identidad de algunas personas de forma ridícula, por ejemplo evitando que un menor muestre su rostro en la televisión, mientras que los directores de periódicos y telediarios permiten colgar la foto de una persona (anónima…no pública) a la que sin la menor prueba en su contra se la machaca de por vida, o que cualquiera inserte desde el anonimato comentarios injuriosos en la propia noticia .
Hay que tener el valor, para decir las cosas a la cara, con nombres y apellidos, pues con la verdad se va a cualquier parte , así como valentía –todavía más- para anteponer la ética a vender más o menos periódicos o registrar más o menos entradas en la Web. Aunque me temo que esto último tiene difícil solución.