Todos los medios de comunicación se derretían con las acampadas del 15-M. Se escurrían de gusto. Incluso en los medios más afines a la derecha, se cantaban las bondades de los indignados con el sistema.
La movida -a una semana de las elecciones- perjudicaba claramente a alguien. Ese alguien -desde luego- no eran ni los bancos, ni el capitalismo ni la derecha. A estos, los indignados se la sudan bien sudada.
Todo eran odas y cantos a la libertad de unos jóvenes (también mayores apostillaban las cadenas) que expresaban su descontento contra el Gobierno.
Su apogeo, su cúspide reivindicativa, coincidió (casualmente) con la jornada de reflexión. Incluso con conexiones en directo en algunas cadenas. Ante esa jornada de reflexión –sazonada con acampadas- , la derecha pedía a Rubalcaba que entrara en la Puerta del Sol con la policía nacional a ostia limpia…pero no. No es imbécil el señor Rubalcaba, pero sí profundamente respetuoso con las libertades de los ciudadanos.
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Las elecciones pasaron y la derecha ganó. A partir de ese momento – casualmente- los del 15 –M empezaron a ser tildados – por esa misma derecha- de “antisistemas”, “hippies trasnochados”, “abrazaforalas” y “malolientes”.
Ya para la derecha han dejado de ser ciudadanos respetables que protestan contra el PSOE. Ahora el PSOE ha perdido las elecciones. Y comienzan a ver a los “indignados” con otros ojos. Se quejan de lo perjudicado que se siente el comercio por esa – según ellos- manga de hippies desaseados.
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Y el President de la Generalitat ( de Convergencia i Unió) ha mandado a los Mossos de Escuadra a repartir ostias contra los indignados. A desalojarlos para dejar el espacio libre a los hinchas del Fútbol Club Barcelona, por si mañana ganan la Copa de Europa. Pero ¿por qué no hizo lo mismo el día anterior a las elecciones?….NOS HA JODIDO.
La verdad es que no ha cambiado mucho este país desde el 15 – M, excepto en que la derecha gobierna más comunidades y ayuntamientos que el día de antes.
Ironías de la vida…