Encontrábase Pedro -o Pablo- (ciudadano de “a bien”), pegando un manguerazo de agua al seco y polvoriento pavimento de su calle, cuando de sopetón apareció un “municipal” con moto, casco, gafas de sol. Paró la máquina y se quedó a muestra mirando al pobre “manguerista”. Pedro -o Pablo- (que así se llamaba), se vio […]