Abu Mazen, líder de cristal y presidente de la Autoridad Nacional Palestina, hablará hoy ante la Asamblea de las Naciones Unidas para solicitar el reconocimiento de Palestina como Estado soberano.
Por su parte el ministro de Asuntos Exteriores de Israel , Avigdor Lieberman, advertía hace una semana – o amenazaba- de que la declaración y reconocimiento de un Estado palestino tendrá “consecuencias graves”.
La amenaza de Israel es la de un Estado usurpador que hunde sus cimientos en el terrorismo. Un país generado a golpe de violencia en la década de los 40 del pasado siglo, a manos de los terroristas del “Leji” (luchadores por la libertad de Israel) que se sustentó sobre  las armas, los asesinatos y los coches bomba. Aupado al poder en una tierra robada, a sangre y fuego. Por ello hay que ser muy conscientes de esa amenaza cierta.

Los herederos ideológicos de Ben Gurión, han arrasado durante 60 años a la población palestina, en el mejor de los casos confinada en gigantescos campos de refugiados dentro y fuera de su propio país. No quieren que el pueblo palestino tenga su propio Estado y lo intentarán impedir con uñas y dientes.

Israel acusa a Palestina de querer -en el fondo- la desaparición del Estado judío; es muy posible que así sea, pero después de seis décadas de ocupación, invasión y terrorismo, es lo mínimo que cualquier palestino puede desear….Quieren que se marchen por donde vinieron.

Cada nuevo día el fundamentalismo aumenta, tanto en Palestina como entre los judíos. El reconocimiento de Palestina como un Estado dentro de la ONU puede ser el primer paso para reconducir una situación tan anormal como amoral, que viene padeciendo el pueblo palestino desde la retirada de las tropas británicas de esa santa tierra quemada, allá por 1948.