El común de los mortales nos acordamos de Santa Bárbara solo cuando truena.
Los habrá más iniciados que incluso se acuerden a diario.
Esperando las recién llegadas lluvias, me había olvidado de esas denostadas infraestructuras urbanas que son las alcantarillas. Lugares inmundos y malolientes que pese a todo tienen un fundamental cometido…Por eso las hacen. Claro.
En mi ciudad buena parte de ellas están cegadas, llenas de tierra. Algunas incluso con vegetación espontánea. Y claro, llegan las lluvias y sorprende que en calles tan transitadas como Cavas, veamos transcurrir el agua de una a otra sin encontrar ninguna receptiva. Menos mal que llover – lo que se dice llover con cojones- no llueve. Porque no me quiero ni imaginar lo que pasará el día que caiga una buena tromba de agua. Entonces, cuando algo se inunde, habrá que ir a casa del alcalde a preguntarle el motivo de que las alcantarillas de buena parte de la ciudad estén colapsadas.