Con el tejado tintado de color caoba ha saltado Mariano Rajoy a la arena del debate. Encorsetado y tenso, se ha visto acosado por su oponente, que más parecía un periodista, logrando que el gallego fuera incapaz de concretar lo que piensa hacer en ninguna materia.
Todo lo que dijo fue leído, todo o casi todo. Medido y muy pensado para no salirse del guión de la indefinición perpetua en el que suele nadar. Abría los ojos con espanto ante el acoso descarado de Rubalcaba.
Se le atragantó su propio programa electoral, sin dar respuesta a las preguntas fundamentales…¿Bajará las prestaciones por desempleo?, ¿ Subirá el IVA?, ¿Sacará de los convenios a los trabajadores de las PYMES?, ¿ Privatizará la sanidad? ¿Recortará la educación? ¿dejará que los homosexuales puedan contraer matrimonio?…no hay respuestas.
Mariano se enrocó en sus papeles , siguiendo al pie de la letra lo que le habían escrito. Sin cintura ninguna. Por ello Rubalcaba descubrió pronto que sacarlo de sus papeles era sacarlo del guión. Eso es lo que hizo.
Rajoy rehuía la mirada de su oponente. Al contrario que Rubalcaba, Rajoy solo miraba a la cámara. Se agarró a sus números, usándolos como escudo protector.Tantos datos quiso aportar que acabó liándose la cabeza con los cotizantes y los pensionistas.
En frente estaba Rubalcaba, con una buena mano de tierra de Siena distribuida en azotea y mejillas. Tranquilo y calmado a ratos, otras medidamente incisivo. Finamente insolente. . Asistiendo a la reiterada repetición argumental de presidente del Partido Popular. El socialista destilaba contundencia por todos los poros no tapados de su cuerpo
En suma, he visto en Rajoy poco aspirante para tan gorda tarea… Poca concreción para tan grandes retos….Ninguna claridad ni transparencia ante los grandes problemas…
Ni puñetera palabra (en todo el debate he escuchado por ninguno de los dos) de solidaridad internacional ni de desarrollo sostenible ni de medio ambiente…Lamentable y muy triste.
El debate no ha conseguido modificar mi voto. Voté esta misma mañana por correo. Al Partido Socialista Obrero Español, por supuesto.