Desde que entró por la parte delantera me llamó la atención. No era como las demás. Rápidamente comenzó a repartir mantas entre los pasajeros de aquella segunda planta, que empezaba a estar atestada. Tenía bonitos los ojos, rasgados y oscuros; la cara dulce y muy morena. En negro azabache su larga melena. Me ofreció una […]