¡Voy a mirarla con lupa!…Me decía ayer un amigo, poco dado a los temas de la política, en mitad de una improvisada reunión en plena calle. Se refería a la evolución de la demanda admitida a trámite por el Tribunal Superior de Justicia de la Rioja, interpuesta por Juan Calparsoro – anterior Fiscal Jefe de la Rioja- contra Emilio Del Río y Pedro Sanz, (por insinuar que desarrollaba conductas prevaricadoras).
Y lo decía principalmente por aquello del principio tan manido de que “La justicia es igual para todos”. Él piensa que no es justa la justicia y, yo intentaba convencerle de lo contrario; bien es cierto que como el dibujo que ilustra este artículo, en ocasiones la venda de los ojos parece que tuviera algún agujero por el que poder mirar.
Éste va a ser el caso número 1 que muchos pondrán en análisis, aunque habrá otros, ya iniciados y también a punto de iniciarse. Es importante verificar que ciertamente la justicia es igual para todos y a todos trata por igual. Que no existen “intocables” a la hora de ser juzgados ni tan poco “niños bonitos” a los que -por serlo- se les admiten cosas que en otros casos se rechazarían.
Este amigo, -en distendida conversación -, lanzaba una serie de preguntas interesantes al ruedo de la improvisada ágora callejera…¿Se puede acusar en una nota de prensa emitida por un gobierno a un ex -Fiscal Jefe de prevaricar (sin pruebas) y que no pase nada?…¿Y si en vez de ser un fiscal es un peón de albañil?…¿Tiene “honor” que lesionar el peón de albañil, o es solo cualidad de los fiscales?.
Hubo diversidad de respuestas en todos los sentidos, si bien predominaba el asombro ante la aceptación a trámite de la demanda, principalmente por ir dirigida contra quién iba, motivo por el cual se plantearon nuevas preguntas….¿ Y si en vez de ser Pedro Sanz el presunto autor de la calumnia o injuria – del presunto atentado contra el honor- lo fuera ese peón de albañil…¿Lo juzgarían igual nuestros juzgados regionales?… ¿Somos todos iguales ante la ley?…En general – aunque con excepciones – la mayor parte de los presentes opinaban que Pedro Sanz se marcha de ésta “de rositas” y al peón de albañil lo hubieran crujido bien crujido. Incluso hubo una señora que sentenció la relación de la justicia con el poder político -según ella- con una curiosa frase: “perro no come perro”.