Posiblemente no fue una decisión fácil, porque en esto de las audiencias, las visitas y los “rankings”, se juega -en ocasiones- más de lo que parece, pero un buen día a alguien se le ocurrió que lo que pasaba en larioja.com era ya un escándalo insostenible.
La cantidad de barbaridades que se colaban en las áreas de opinión y comentarios a noticias era de tal despropósito, que en varias ocasiones la autoridad judicial había tomado cartas en el asunto ante la presentación de demandas.
Tanto en los blogs como en las noticias digitales entraban una tropa de “trolls”, de personajes indecentes, que abrigados de su presunto anonimato se dedicaban a expulsar bilis acumuladas, en formas de comentarios.Frustración almacenada, seguramente fruto de su impotencia social, cultural y vital.
Desde la vacuidad de sus cerebros, no entraban a debatir, contraponer o confrontar ideas o pensamientos, no; directamente se dedicaban a insultar, injuriar y calumniar a los autores, a los actores, figurantes…Y a todo aquel que se mencionara o pasara por el artículo en aquel momento; confundían y querían hacer confundir la libertad de expresión con la libertad de calumnia anónima.
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El cambio fue ciertamente radical. Nada más adoptar el sistema de “ si no te registras no comentas” acabó de un plumazo con toda la morralla. Por desgracia también con otros comentaristas anónimos que comentaban desde el respeto y la buena educación, pero…Eso son los daños colaterales. Hago votos porque se registren y participen.
En un soberano ejercicio de cobardía – el último- , todos estos trolls – o la mayoría de ellos- se han extinguido cuando las posibilidades de seguir vomitando impunemente también desaparecieron. Ni tan siquiera un ápice de valor atesoraban para inscribirse y seguir comentando con sus verdaderos datos.
Hemos perdido en número de comentarios, tal vez en número visitas, pero la ganancia en decencia lo supera con creces.
Mi felicitación a quién adoptó esta decisión, porque ahora larioja.com es un lugar mucho mejor.