El acento de los argentinos es muy agradable, aunque no tanto como para que te lo parezca mientras te están robando la cartera.

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Repsol -con YPF y sin ella- ha sido tradicionalmente una compañía, que al margen de otras consideraciones interesantes (crear empleo, llenar los bolsillos a sus inversores y patrocinar motociclistas) también se ha caracterizado por esquilmar sin compasión los recursos naturales y las materias primas de países subdesarrollados, sin importarles lo más mínimo la conservación del medio ambiente, la cultura y la economía de allí donde clavaban un pincho en busca del oro negro. Una empresa depredadora, una máquina de apropiarse de lo ajeno, como toda “multinacional” que se precie.  En Argentina, los de Repsol acaban de toparse con la horma de su zapato, un ladrón de mayor condición. No me dan ninguna pena.

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Decía esta pasada noche el ingenuo ministro de industria de Rajoy (Sr.Soria) , que había celebrado una reunión el pasado 28 de febrero con los ministros argentinos de finanzas y planifación (Lorenzino y Landroni creo que se apellidan) y, llegado a un acuerdo “verbal” ( tócate los…) en el cual Argentina se comprometía a no intervenir unilateralmente YPF.  Hace falta ser ingenuo, para tragarse el “compromiso verbal” de esos  dos ministros argentinos. (No te enfades Gabo).
Al final, los ministros de la Argentina se la han clavado al Sr. Soria. Se acaba de anunciar que se expropia una compañía empresaria l extranjera , cosa nunca vista en un país democrático al uso. Entrando  por tanto Argentina en el “nicho ecológico” de Venezuela, Bolivia , Cuba, etc;  selecto grupo de países a los que cualquiera se marcharía a pasar unas vacaciones, pero nadie a vivir o montar una empresa.

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El anuncio -realizado por Cristina Fernández-, ha sido escenificado bajo los cánones del cutrerío peronista, que es una especie de “jesúsgilismo marbellí” pero representado en una casa pintada de color rosa, con vistas a un edificio blanco  adornado por el boceto en forja de la virgen laica de Argentina, la difunta “ Evita Perón”.
Mientras la presidenta Argentina anunciaba el robo, una manga de acólitos -en el mismo salón de actos- la jaleaban como si estuvieran en el estadio del Boca, viendo jugar a su equipo. Con los típicos cantos futboleros , que necesitas ser argentino para que no te parezcan ridículos …. El espectáculo de lo absurdo.
Es Argentina un país capaz de ocultar a Ernesto Guevara y elevar a los altares a un futbolista cocainómano . Un país fantástico con gente fenomenal, pero gobernado por auténtica morralla populista.

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Lo sucedido en las últimas horas no es otra cosa que la viva representación de cómo Argentina cambia Repsol por la Malvinas. Llevaban meses dando la tabarra; necesitaban un chute de nacionalismo populista, su particular versión a la argentina de la reconquista de la Isla  Peregil.
Hoy se sienten pletóricos al pensar que han curado su impotencia ante Gran Bretaña invadiendo Repsol. Un manojillo de militares han sido suficientes en esta ocasión, para desalojar a los directivos de YPF de su sede en Buenos Aires.

Con las Malvinas lo iban a tener más complicadillo… ¿Verdad…huevon?.