Según se ha conocido esta misma mañana a través de la agencia Internacional” Bostwananews” el elefante abatido por su majestad D. Juan Carlos I, no ha aceptado las sentidas disculpas ofrecidas por el rey de España. Las palabras del Borbón “ lo siento, me he equivocado y no volverá a suceder”, no han sentado nada bien entre las acacias del país africano, donde tiene fijada su residencia la familia del elefante tiroteado.
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Desde Bostwana se especula con la posibilidad de que la familia del paquidermo presente una querella criminal ante el tribunal internacional de La Haya.
Las mismas fuentes han manifestado que la intención del ministerio español de justicia, de tipificar -en el nuevo Código Penal – la actitud elefante como “kale borroka” , o terrorismo de baja intensidad, les ha terminado de soliviantar. Consideran intolerable que después de haber abatido a su familiar, encima pretendan hacerle responsable al mismo de la rotura de cadera del monarca.
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En la prensa local, se realizan varios juicios de valor sobre lo sucedido, y varios periódicos se atreven incluso a analizar las similitudes y diferencias existentes entre el tristemente conocido caso del” oso borracho” que mató su majestad hace unos años en Rumanía y, este elefante, el cual según han manifestado sus más allegados, jamás había probado una miajita de alcohol.
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