Tras la espantada protagonizada por la anterior defensora del pueblo riojano, María Bueyo Díez Jalón, la institución está a la espera de que se nombre un sustituto. Aunque el puesto y sus competencias no son “perita en dulce” precisamente.
.
De hecho, aunque parezca que la Señora Diez Jalón se marchó por iniciativa propia, la verdad parece ser diferente; sutilmente la echaron recortando su presupuesto y su personal, con lo que se vio avocada a dimitir por dignidad.
Cuando todo indicaba que Pedro Sanz se cargaría la institución, parece que in extremis la institución se conserva, con lo que se garantiza que su proverbial ambigüedad seguirá en activo y, sus “no vinculantes e inconcretos dictámenes” fluirán en un futuro.
Al pueblo riojano no hay “Cristo” que lo defienda, máxime cuando es la administración del Partido Popular la que está en frente.
.
Para ocupar esta institución tan mermada en medios, personal y prestigio, incluso desde el Partido Riojano se ha propuesto que el sillón de Díez Jalón lo ocupe alguien sin cobrar un duro…Algún ilustre riojano, un expolítico o un jubilado de prestigio profesional (nada de albañiles o barrenderos), que no tenga inconveniente en trabajar muchísimo sin cobrar nada.
Por lo dicho, esta institución casi residual busca novio (o novia) aunque la oferta de empleo que se perfila es de mucho trabajo, con poco -o ningún sueldo-, sin medios ni personal y con una independencia muy limitada, …Todo indica que será un “chino” el próximo Defensor del Pueblo riojano.