Cuando todavía resuenan los ecos sordos de la manifestación de algunos ciudadanos de la Rioja Baja para evitar la depauperación de la Fundación Hospital de Calahorra, nuevas trompetas privatizadoras rasgan la tranquilidad de 89 empleados públicos de la colindante residencia de tercera edad (del Gobierno de la Rioja) conocida como “Los Manitos”.
Parece que el hundimiento de este barco es inminente, pues según se comenta, las “ más gordas” estarían abandonando ya la nave.
Estos caballeros del Partido Popular -que gobiernan en la Rioja desde hace casi dos décadas- son obstinados y correosos. No tiemblan ante la disyuntiva que se plantea entre privatizar servicios o no echar a la calle a los trabajadores públicos sanitarios, todo ello en claro detrimento de los ciudadanos.
Es de esperar que al igual que va a suceder (y ya está sucediendo en la colindante Fundación Hospital de Calahorra), en los próximos meses se anuncien cambios de la gestión y ajustes maravillosos, que terminan por convertirse en trasvases de dinero público a empresas privadas….Despido de personal….Merma en la calidad del servicio a los ciudadanos.
Lo único que me sorprende de todo esto, – y me invita a la reflexión-, es la catadura moral de quienes siendo perfectos conocedores de los oscuros motivos que les llevan a afirmar mentiras insostenibles, (como decir con la nueva gerencia privada de la FHC se ahorrará dinero, pese a ser falso de rotundidad). Me sorprenden fundamentalmente, por la capacidad que tienen para defender cosas indefendibles. Son muy capaces de defender la heterosexualidad de Boris Izaguirre o el sionismo de Adolf Hitler…Y hacerlo como ellos lo hacen…. Sin que se les caiga la cara de vergüenza. También para ponerse el disfraz de dignidad y la careta de agraviados, cada vez que un grupo de asalariados les lanza la desnuda verdad a la cara.