Es evidente que en España no se ha liberalizado el consumo recreativo de determinadas sustancias alucinógenas, -como sí ha sucedido recientemente en varios Estados de los USA-, pero los españoles seguimos teniendo acceso libre, consentido -e incluso socialmente aceptado- a otras sustancias que perturban la normalidad del intelecto, creando en la mente mundos paralelos ajenos a cualquier […]