Existe una costumbre muy poco edificante entre determinados ediles, de pasar algunos gastos a cargo del erario público. Se les denomina “atenciones protocolarias”. En ese laxo concepto, tienen cabida gastos entendibles, pero también una serie de “disfrutes gastronómicos y etílicos” que excede lo que se podría considerar ético, al tiempo que penetran en un ámbito que podríamos denominar “poco aseado”.
Se supone que cuando un concejal del equipo de gobierno, o el propio alcalde, se pasea por el pueblo con un invitado o se sienta en la terraza de un bar a tomarse una caña con sus concejales, ese coste ha de ser pagado por cada uno de ellos a escote, a turnos, o por el propio anfitrión de su bolsillo (tal y como cada uno de nosotros hacemos en nuestra vida cotidiana ) y no a costa de los dineros públicos. Pero en ocasiones esto no sucede.
Esa práctica tan -poco ejemplarizante- no es algo típico de los políticos, ¡Ni mucho menos!… tan solo es típico de los que lo hacen.

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Hoy voy a poner otro par de ejemplos:
En las Fiestas de agosto 2009, en la ciudad de Calahorra, se produce una visita de la Presidenta del Parlamento del País Vasco, Arancha Quiroga (PP) , que es recibida  en el salón de plenos del Ayuntamiento, aunque no por la Corporación Municipal, sino únicamente por los ediles del PP, ya que al resto de la misma ni se les comunica la visita de la segunda máxima autoridad de Euzkadi. Por lo que – en mi opinión-  queda claro que se trata de una visita de partido (del PP).
De esa visita quedarán dos cosas para la historia, la primera una pequeña fotografía en la edición de Diario la Rioja (29-8-2009) y, la segunda será una factura que pasó el alcalde Pagola como “atenciones protocolarias” en honor de la Sra. Quiroga, que contiene varias curiosidades. El ticket está expedido el 31 de agosto a las 17.57 h, cosa curiosa ya que la Presidenta visitó Calahorra tres días antes. (28/8/2009). Será un ticket en diferido, o se marcharon sin pagar y a los días regresaron a por el mismo.  Su importe suma 50 euros, divididos entre diez consumiciones, a razón de 5 euros la copa…Vamos, que no eran botellas de agua mineral. Y nuevamente estamos en la tesitura de si es o no es apropiado que de nuestros impuestos se paguen las copas de la cohorte que acompaña al alcalde y a la invitada, o tan solo tendría que costearse lo de ambos.

Segundo ejemplo:

Previamente  al puente de la Constitución de diciembre de 2012, a eso del medio día –hora de comer- se perpetra una de esas “atenciones protocolarias” que tanto gustan a determinados/as miembros del Equipo de Gobierno del partido Popular en Calahorra. Supuestamente, el motivo es la visita del consejero de Industria del Gobierno de La Rioja, -Sr. Javier Erro- .
Se presenta una factura para su pago por el Excmo. Ayuntamiento, de una comida en restaurante de la ciudad, para seis personas, entre las que se encuentran el alcalde Pagola, los ediles Martínez-Portillo y Eguizabal, así como  otras tres personas más, entre las que presuntamente, y según justifica el alcalde Pagola, se hallaría el Sr. Erro.
Sin embargo, la asistencia del consejero está en entredicho, puesto que nadie lo vio el día 4 de diciembre por Calahorra, ni la prensa recoge su presencia, ni inauguró o presentó nada. Muy al contrario, en la agenda oficial del consejero tampoco figura su viaje a Calahorra y el único compromiso oficial -que se recoge en la agenda del ejecutivo-  da fe de su presencia en Logroño al medio día, junto al director general de Formación y Empleo, Luis García del Valle, informando ambos sobre los últimos indicadores relativos a I+D y presentando después la nueva orientación de la política de I+D+I del Gobierno riojano, así como la valoración los datos del paro registrado relativos al mes de noviembre.
Pese a ello, una factura por importe de 204,06 Euros, se presenta a pagar por el Ayuntamiento, lo que supone que cada uno de los comensales ingirió alimentos -y caldos-  por importe de 34 euros, lo que evidencia que “a menú” no iban.
Pero aquí no termina todo, ya que quedan varias preguntas en el aire… ¿Por qué van seis personas a comer para acompañar a Erro?. ¿Quiénes son el resto?. ¿Si era una comida institucional, por qué no figura en la agenda oficial del Gobierno? Y, si no era institucional ¿Por qué la tenemos que pagar todos los ciudadanos?… ¿Le dio tiempo al Sr. Erro de cumplir con sus compromisos en Logroño y personarse a comer en un restaurante de Calahorra?. ¿Estuvo realmente Javier Erro el 4 de diciembre comiendo en Calahorra, o fue su “fantasma” el que se personó? Y por último la más inquietante…¿Realmente esa comida se produjo el día 4 de diciembre?.

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Y algunos diran que estas “cositas”, son legales y habituales…Puede ser, pero en mi modesto entender, me parecen excesivas, cuando hablamos de representantes públicos en el ejercicio de sus funciones….A nivel personal no me importa  lo que haga cada uno, pero con el dinero público y representando a las instituciones hay que cuidar mucho este tipo de cosas. Probablemente el Ayuntamiento – en determinadas ocasiones- deba costear un almuerzo de trabajo del alcalde con un invitado institucional, me parece muy lógico…Pero no las consumiciones de todos los “amigos” que se quieran apuntar.